Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida en este lugar vuestro Santuario, vuestra casa de Amor y de Esperanza. Hoy es un día muy especial, especialmente por mis Consagradas que se encuentran aquí presentes, porque hoy diré exactamente qué es lo que quiero para nuestra Congregación, la nueva Congregación que será fundada en este lugar que tantos años el Padre Dios escogió para que se realizara y hoy, te nombro a ti mi pequeña hija como la Superiora de la Fundación, no te llamarás Ana María, sino te llamarás Marta, la hija del Espíritu Santo y en la cual caminarás y llevarás a muchas pequeñas almas a la salvación del mundo entero.
Vosotros mis pequeños, que estáis trabajando arduamente por esta Comunidad y para la Fundación os digo: os doy las gracias y os favoreceré en todo por la obra, por la paciencia y por la gran obediencia que tenéis en este camino; vosotros sabéis que la obediencia es el paso fundamental entre el Cielo y la Tierra, porque así aprendéis a ser obedientes ante la voluntad del Padre Dios y no prevalece la voluntad humana en este camino. Caminas y sed firmes porque lo que se avecina son grandes acontecimientos para la humanidad y para este país. Orad y no olvidéis que la Oración y el Santo Rosario es el poder de salvación y podéis atenuar todos los acontecimientos. ¡Chile, Chile que pena me dais! Lamentablemente volvéis a caer en nuevos dolores y sufrimientos para este pueblo, pero os dije, mientras Yo esté visitando a Chile Yo os protegeré a cada uno de vosotros y a cada uno de los seres humanos que viven en esta larga y angosta tierra. Recordad aquellos que tenéis tantos problemas, no olvidéis que son solamente piedrecillas para actuar y santificaros en este camino. Os dije de las enfermedades y os dije tiempo atrás que vendría la que atacaría arduamente a muchos por el dolor estomacal y todo, os digo este virus es muy poderoso, os dije proteged a los niños, cuidad a los ancianos porque de eso se trata, se abre el sexto sello y nos quedaría el último sello de pandemia. Se han cumplido todo lo que os he dicho y especialmente este, que muchos sufrirán y morirán lamentablemente. El mundo se está limpiando, el mundo tiene que volver los ojos a Dios, porque la humanidad ha vivido como ha querido en este tiempo, sin pensar en Dios, solamente vivir y gozar pero no recordar que Dios es el que le provee todo a esta humanidad. Son tiempos difíciles y ya está pronta la venida de mi Hijo más que antes, cada día se acerca mucho más a que mi Hijo venga a la humanidad, pero quiero que esa humanidad que quede sea una humanidad honesta, humilde y sencilla para recibir a Jesús, a mi Hijo quien dio la vida por vosotros. Qué pena me da mis pequeños, ver a cada uno de vosotros con tanto dolor y sufrimiento, venís aquí especialmente para poder salvar a las almas, pues Yo nuevamente os digo que compartiréis todo, todo lo que el Cielo quiere, porque el Cielo favorecerá a las almas más humildes, especialmente a todas vosotras en este lugar.-
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida a este que será vuestro Santuario de por vida, y así me encontraréis y encontraréis a mi Hijo Jesús Sacramentado en una pequeña Iglesia en su pequeño Tabernáculo, pero vosotros también podéis ser el tabernáculo viviente porque donde vosotros vayáis llevaréis a Jesús en vuestros corazones. Os amo mis pequeños y os digo, mañana es un día especial aunque todos los días son días de la Madre y Yo como Madre del Cielo saludo a todos mis hijas aquí presentes que han sido madres, y recordad que nada se le niega a una madre y no me nieguen el amor de Jesús Sacramentado, no lo nieguen, porque esa es vuestra salvación en este tiempo de humanidad. Recordad que el amor de Dios es todo, sin Dios no hay vida, sin Dios no habrá salvación. Hijitos os amo y os bendigo, id en la paz del Señor, y recordad orad por vuestro Chile, orad por la humanidad que los desastres son inminentes.
Shalom, Shalom, Shalom.
Myriam