Mensajes año 2013

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el 21 de Enero de 2013

Hijitos míos, hoy os doy la bienvenida a cada uno de vosotros y darles las gracias por tanto tiempo que me habéis acompañado durante estos 26 años de caminar.
Así como en toda la humanidad, también he estado festejando el aniversario de mi Hijo en diferentes lugares del mundo.
Me siento feliz, porque siempre he visto rostros que siempre me han sido fieles en tantos años y en tantos lugares. Pero, especialmente he visto mucha juventud que se ha ido acercando a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús.
Pues bien, a aquellos que son padres, siempre os recomendé que hablarais de mi Hijo en momentos difíciles, con vuestros hijos. Que atesoraran a vuestros hijos, que los acompañarán y los cuidarán para este tiempo de esta humanidad que viven perdiéndose en el mundo entero. Cuántas veces os advertí que los hombres iban a levantarse contra sus propios hijos e hijos contra sus propios padres y todo se ha ido cumpliendo.
Recordad, que también os dije cuidad a los pequeños, porque serán la futura Jerusalén y cuántos dolores y sufrimientos de tantas madres, cuyos hijos han padecido sufrimientos por abuso de los hombres.
Todo se cumple, todo tiene el día y la hora en todo momento.
Os dije, el tiempo de Dios, no es el mismo de vuestro tiempo actual.
Recordad, para nosotros son años de luz y para vosotros son años por años y años.
La diferencia está en que va en el amor del espíritu, es el tiempo que el Espíritu de Dios pueda moverse en vuestros corazones, y con la Gracia Divina.
Es fundamental, compartir con Él y vivir con Él y para eso lo más hermoso que mi Hijo pudo dejaros a vosotros es la Santa Comunión.
Y haced cuenta que cada Comunión es parte de mi Hijo que se va en vuestra alma y lo podéis compartir con vuestros familiares cuando retornáis a vuestros hogares. No dejéis de confesaros, no dejéis de comulgar, porque este es el alimento que tendréis en estos últimos tiempos.
Recordad, que quedarán muy pocos sacerdotes y por ende anhelaran mucho el haber podido confesarse y poder comulgar.
Cada pedacito de la partícula del cuerpo de mi Hijo va en un trocito de pan. Pensad que lo que recibís, no es simplemente una partícula de pan como muchos dicen, sino que es el cuerpo perfecto y entero de Jesús Sacramentado.
Hijitos, mi Corazón de Madre siempre está preocupada por vuestras necesidades y en los altares del mundo escucho muchos dolores y sufrimientos.
Cuando llegan las flores a los pies del altar yo simplemente como Mamá os digo y pido a Dios para que sean consolados los dolores y sufrimientos de vuestros corazones.
El Padre Dios sufre aún más, porque ve que muchas veces vosotros recurrís cuando más lo necesitáis por dolores y sufrimientos. Pero, cuando vosotros estáis felices, no estáis cerca de Dios. Lo alejáis aún más cuando tiene que ser todo lo contrario.
Pero, Dios no se fija en detalles, sino que se fija en vuestros pecados y espera constantemente que esos pecados que muchas veces no podéis renunciar, a Él le duele, porque cada día pasa el tiempo y nos acercamos al gran abismo de la fe.
Hijitos de mi Corazón, atended el llamado que os doy al mundo entero.
Acercaos nuevamente a nuestros Corazones y en especial al Corazón de Jesús para que vuestros corazones sean uno solo. Así como Yo con Jesús, podréis tener la unidad de mi Hijo como Yo tengo la unidad con vosotros.
Hijitos, sean valientes, esfuércense para seguir viviendo en este camino de amor y esperanza. Orad por los enfermos y moribundos. Orad por los más necesitados. Orad por aquellos que necesitan verdaderamente encontrar el camino de Dios. Sean luz, luz de Dios, luz del mundo para que todos puedan ver que Dios vive en vosotros.
Hijitos de mi Corazón, decidle a los sacerdotes que queda poco tiempo, que se acerquen ellos a las confesionarios, porque también deben confesarse.
Nuevamente necesitamos más padres para confesar. Necesitamos que en los confesionarios haya verdaderos sacerdotes con amor y caridad para atender aquellos que necesitan de una palabra y de un consuelo de amor y de la palabra de Dios.
No dejéis de ir a la Iglesia, por aquel sacerdote que haya dejado sus hábitos o se haya comportado mal. Seguid visitando la casa del Padre con amor y esperanza, porque de muchos que desertan, muchos revivirán nuevamente en Santidad.
Hijitos, en esta noche os bendigo y os doy mi Corazón de madre a cada uno de vosotros. Yo voy con vosotros a vuestros hogares. Os amo y os doy la bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amen.
Shalom

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el 21 de Febrero de 2013

Hijitos de mi corazón, hoy les doy la bienvenida nuevamente a mi pequeño Santuario y con mucha gratitud os doy las gracias por venir de tan lejos y de tantos lugares.
Pues bien, no hay nada más que decir que los mensajes se han ido cumpliendo como el Cielo lo había dicho. Recordad que el día 21 del mes de Enero os dije que un gran dolor para la Iglesia Católica iba a suceder. Pues bien, ya se ha llevado a cabo gran parte de la tarea del designio de Dios y dentro de eso mis pequeños, estaba el abandono de su Santidad. Además, os digo que vendrán cosas terribles aún dentro de nuestra Iglesia, por eso el 21 de Diciembre os dije que el Espíritu Santo que mandaba sobre todos los corazones mandando su amor, su sabiduría, su confianza y la paciencia era para que tuvieran esos dones mis pequeños para que siguieran adelante después de todo lo que se avecina para nuestra Iglesia.
Hijitos, ya es tiempo que nuestra Iglesia se renueve, horrores y horrores escuchareis y muchos de ellos serán ciertos. Pero, recordad pequeños, que la fe es lo más importante, vosotros seguís a Dios y no al hombre, por ende el hombre y su naturaleza sufren de una debilidad enorme. Pero, mi Hijo no tuvo la debilidad, sino que él era fuerza, poder, sabiduría y amor. Por ende vosotros seguís al Pastor, al Rey de Reyes que es Jesús y por ende deberéis de reafirmar vuestra fe en eso. Sed fieles a la palabra de Dios, no importa lo que escuchéis o lo que veáis sobre nuestra Iglesia, lo importante aquí, mis pequeños es que améis verdaderamente a Dios, es a él a quien debéis de seguir en este camino.
Orad, orad os dije, porque nuestra Iglesia está en decadencia. Tiene que llegar hasta tocar fondo. Todas las murallas caerán, pilares por pilares, pero no me refiero a lo físico, sino a la parte espiritual de la Iglesia misma, de sus Cardenales, Obispos y Sacerdotes que se confabulan para arruinar la obra de Dios. Son almas que viven prácticamente vacías, pero no los juzguemos sino que debemos de orar por esas almas para que encuentren la calma y la paz en su espíritu.
Orar por el Papa, que finalmente decidió dar un paso al costado.
Orar para que el que venga se deje llevar por el Espíritu Santo. Que obre como tiene que obrar.
Yo os dije que ustedes son hijos del amor y como hijos del amor debéis derramar amor para aquel que suba al trono de Pedro sea un santo Papa. Oren y sean fiel a la palabra de Dios, porque será la palabra que os alimenta y mientras tengáis vuestra Santa Comunión eso os ayudará a permanecer de pies e intacto en vuestra fe.
Hijitos de mi corazón, habrán nuevos cambios, habrá una nueva sede y os anuncio que a contar del primer sábado de Marzo comenzare a visitaros. Dejaré de veros el 21, pero vendré cada primer sábado de cada mes a las tres de la tarde.
Recordad, que ya es tiempo que yo también tenga que partir, tengo que empezar a ordenar las casas en diferentes lugares del mundo.
Recuerden pequeños que todo el amor que ha derramado el Padre Dios a través de generaciones por generaciones es una gran bendición y su misericordia es enorme, porque muchas veces él ha olvidado los pecados de los seres humanos y ha vuelto a perdonar. Así deberéis ser vosotros, saber perdonar.
Pero yo os digo que nunca os abandonaré, siempre estaré presente en todo momento. Recordad que yo soy vuestra Madre, soy la gladiadora número uno y me encuentro al lado de mi hijo Jesús y vosotros sois los gladiadores que he formado en el mundo entero para ayudar a levantar nuestra Iglesia.
Mi corazón de Madre sufre al ver tanta miseria humana en esos corazones. El poder os ha llenado tanto la cabeza que ha cambiado todo su espíritu de amor por el vil dinero, el vil poder que hay dentro de mi Iglesia.
Muchos abdicarán, muchos dejaran de ser sacerdotes y otros abandonarán las comunidades religiosas.
Cuantos conventos hay que viven todavía en dolor y sufrimiento, en abuso y abusos de poder. Esto ha llegado al fin y nuestra Iglesia ha comenzado a decaer y la gran batalla que nos queda es combatir el mal a través de la oración y penitencia.
Lo más hermoso que puede haber en nuestras vidas es saber que Dios está dentro de nuestros corazones y ÉL comparte, vive y mora en vosotros.
No dejéis la Santa Comunión, ni la Confesión. Debéis ser fieles hasta el final, porque llegará el momento que no tendréis quien os dé el cuerpo de mi Hijo. Alimentaos mientras podáis y satisfaceros en el amor de Jesús Sacramentado.

Hijitos míos, con amor de Mamá y con una tristeza de Mamá os digo oren y pidan y reparen.
Hijitos os esperare el primero de Marzo, este sábado que vendrá, en Lonquén a las tres de la tarde.

Decirles a mis hijos sacerdotes y religiosas que aumenten sus oraciones, que aumenten sus penitencias y que hagan acto de amor y de caridad para todos sus hermanos.

Hijitos de mi corazón en esta tarde los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ir en la paz del Señor y recordad que yo soy vuestra Madre, la Madre del consuelo y la Madre de la esperanza.
Shalom

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el 2 de Marzo de 2013 en Lonquén

Hijitos de mi Corazón, hoy os doy la bienvenida a este Santuario que es vuestra casa; la pequeña casa de Nazareth donde acojo con tanto cariño a cada uno de vosotros, así como lo hice hace más de 2000 años atrás, pues así os acojo hoy día.
Con muchos dolores y sufrimiento que habéis venido, muchos de vosotros, y con tristeza en el alma. Pero, recordad que aquí se siembra el amor y la esperanza en cada uno de vuestros corazones.
La esperanza más grande es pensar en el futuro con Cristo por siempre y para siempre. Es la esperanza que vosotros tenéis que anhelar día a día. Caer en tristeza, en penumbra, en cuestionar las cosas que han sucedido en vuestra fe, no vale la pena mis pequeños, si no que debéis tener la certeza que vuestra fe es por Dios y no por el hombre.
Dios es lo más fundamental en vuestras vidas y es lo que rige todos los sentidos de vuestro corazón y cada movimiento de vuestros cuerpos. Dios es todo y todo es para Dios. Así es la renuncia mis pequeños y por ende os dije que vendrían momentos difíciles en este camino.
Recordad, que así como vosotros estáis aquí ya llegará el momento que muchos tendrán que buscar lugares para llevar a cabo vuestra Santa Comunión. Comenzará la gran batalla en la cual cada uno deberá servirse su Comunión propia. Qué tristeza, que pena. Pero, mientras vosotros tengáis vuestros sacerdotes, que siguen fielmente lo que mi Hijo enseñó, he ahí que tendréis salvación.

No debéis de renunciar a la fe. Deberéis de seguir adelante, con el corazón dispuesto y el corazón abierto a todo cambio; pero un cambio favorable a vuestro espíritu, no a algo que los deje intranquilos en su caminar.
Recordad que en este tiempo ya no queda nada para la venida de mi Hijo, en este tiempo se está viendo que cada día los días son cada vez más cortos y cada instante que pasa mi Hijo se apresura.
Mis legionarios en el mundo entero, que son todos los grupos de oración, a ellos los invito a duplicar vuestras oraciones, aún más porque lo que sucederá más adelante será terrible para vuestros conocimientos.
Temblará vuestro corazón y temblará vuestra fe, pero aumentarla en amor y en misericordia, os pido mis pequeños.
Recordad que el Espíritu Santo sopló en vosotros ese 21 de Diciembre con amor para darle la sabiduría y el entendimiento de las cosas que estarán sucediendo o van a suceder. Sed cautelosos, sed como el águila donde mirar y poder atacar. Pues bien seréis así. Mirad al enemigo y atacareis, pero no con armas, sino con la palabra y con la fe de vosotros. El adversario está haciendo como que ha ganado el terreno y el trono de San Pedro. Pero os digo, la batalla se viene arduamente y pronto vendré con mis milicias del cielo a amarrar al demonio para desterrarlo al fin de los confines de este mundo y del universo.

Quiero atesorar personalmente aquellas almas que necesitan aún más de fe. Quiero acoger a aquellos que están totalmente sin la luz de Dios. Quiero acoger a aquellos que aún les falta madurar en el camino de la fe. Por ellos vengo y por ellos estoy para reafirmar y mostrar que verdaderamente Dios es el que está con nosotros.
Hijitos de mi Corazón, atended este llamado de una Madre, atended el llamado y la palabra de Dios que me hace transmitiros a vosotros el sentimiento del Padre. El Padre se agobia todos los días, todos los momentos que ve como el humano ha ido perdiendo día a día, de alejarse del camino del amor de Dios. Dios es infinitamente grande y misericordioso y aún espera por esas almas. Atended ese llamado.

Recordad como vosotros sabéis que este es el año de la fe, por ende el demonio atacó arduamente nuestra Iglesia como el Vaticano, justamente para quebrar la fe, sacando al Pontífice de su lugar. Pero os digo, el que vendrá será el Papa que dará mucho que hablar. Orad, porque esta reunión no será bendecida por el Espíritu Santo, es convocada por el hombre y cada hombre debe terminar lo que Dios ha escogido para él.
Si fuiste Sacerdote y fuiste escogido debéis de terminar como Sacerdote y cargando vuestra cruz. No huir de los problemas ni arrancarse de todas las dificultades. Hay que saber enfrentar, así como mi Hijo enfrentó a los verdugos y murió en la cruz enfrentando las burlas del mundo entero.
Hijitos el que no carga la cruz no está con Dios. Debéis de aprender a cargarla, en silencio, en oración y pidiendo por el adversario que venga pronto su conversión.
Pequeñitos, como Mamá un consuelo os doy. El próximo sábado os esperaré porque vendrá Jesús, vendrá a reafirmar más a vuestros corazones. Traerle a mi Hijo una rosa en color morado.

Os digo que Él está preocupado por todos los niños del mundo. Mi Hijo atesora todos los hijos del mundo, porque es una bendición de vuestros hogares y es la presencia viva de la vida que hace el Padre Dios en vuestros hogares. Cuídenlo y atesórenlo.

Os amo mis pequeños
Id en la paz del Señor y recordad que sin Dios no hay amor, no hay paz.

Shalom

Mensaje de Nuestro Señor, entregado el 6 de Abril de 2013, en Lonquén

Alabado dice el Señor.

¡Alabado seas Señor!.

El Señor dice que les da la bienvenida a todos los presentes.
Hijitos míos, les doy la bienvenida aquí, esta mi casa.
Después de mucho tiempo os vengo a visitar en este tiempo tan difícil para todos ustedes y el mundo entero.
Veo con dolor y sufrimiento como mis hijos en el mundo no han tratado de cambiar sus vidas, siguen viviendo con agonías y sufrimientos tanto espirituales, como físicos.
Pero nada de esto hubiera sucedido en el camino de la verdad.
Es este camino de amor y de esperanza que mi Padre quiso que el mundo tuviera, pero el adversario siempre ha tratado de llevar a las almas inquietudes espirituales, a todos vosotros.
En este tiempo quise venir para daros un consuelo y una esperanza de vida eterna para todos vosotros, porque vosotros podéis contemplar aún la belleza que hay a vuestro alrededor y la belleza que en muchos corazones santos encontrareis en el camino.

La verdad y la vida son fundamentales en vuestras vidas y por ende yo vine a este mundo a proclamar la palabra, que es la verdad que el Padre Dios quiere que el mundo entero la sepa. Encontraros en este camino de paz y amor.
Habiendo una pequeña humildad en vuestros corazones Dios ha permitido que en este tiempo sucedieran tantas cosas para que mi Iglesia nuevamente se levante de esas cenizas.
Pero, con mucho miedo y temor os digo vendrán caos enormes dentro de la Iglesia nuevamente, la paz no llegará todavía a mi iglesia.
Pero, es necesario que vosotros a través de vuestras oraciones,
acompañéis aunque sea desde lejos para que todo se lleve a cabo como tiene que cumplirse.
Mi Madre ha sembrado el amor en el mundo, ha traído la esperanza que mi Padre Dios envía todos los 21 y como os dijo, el tiempo ya es de retirada para ella, porque tendrán que ocurrir todos los acontecimientos que ella ha advertido en el mundo. Más ahora que se llevará a cabo la gran batalla.
Recordad ahora que todo lo que se dijo en un principio se está cumpliendo día a día.
Volved los ojos a Dios, volved los ojos al Padre. Entregad el alma para
Dios para que él pueda habitar en vuestros corazones.
Yo me siento complacido cuando veo muchas almas que llegan acompañarme en el Santuario.
Pues bien mis pequeños, es ahí donde yo los espero y los escucho.
Pues ahora vengo yo a pedir que salgan y prediquen, que lleven la palabra a todo aquel que está vacío, que todavía busca en las tinieblas, la luz.

Vosotros podéis ayudar, podéis ayudar a que mi Iglesia camine nuevamente, confío en todos los laicos comprometidos a que pueda surgir nuevamente la Iglesia que el Padre Dios quiere para este mundo.
Una Iglesia abierta, renovada, abierta en mentes generosas, y ya no más opulencias y simplemente una Iglesia humilde con mucho amor y honestidad.
Esas son las bases fundamentales que nosotros pedimos para este mundo.
La Iglesia debe ser para Dios y los hombres son representantes solamente, a Dios se le adora y al Padre también con todo el corazón.
Recordad, que yo estoy en medio de vosotros día a día, yo no estoy muerto, siempre he estado vivo y perduraré siempre en vuestros corazones.
La muerte queda para aquel que vive en las tinieblas y no resucita, pues aquel que me sigue y me ha seguido tendrá la resurrección.

Hijitos de mi Corazón, como Padre, hermano y un amigo que siempre está ahí para escuchar y atender vuestras oraciones, os pido orar y clemencia pedid al Padre Dios para que no se lleve a cabo ese sufrimiento enorme que será en grande para esa gran nación.
Rogad y orad.... la oración es poder y si vosotros lo hacéis verdaderamente del alma, mucho se atenuará de los acontecimientos.
Os pedí a través de una rosa morada y nuevamente me he dado cuenta del esfuerzo que habéis hecho para encontrarla y buscarla, esos son sacrificios y eso lo hacen verdaderamente los hijos comprometidos y buscan y buscan hasta encontrar, así es vuestra fe.
Debéis de buscar y llenarla y encontrarla y viviréis por siempre en paz. Llenar vuestras vasijas con el amor que mi Madre y el Padre os envía, para que así vosotros podáis compartir nuevamente el vino dulce del amor y de la paz, que es cuando la vasija se llena.
Yo soy vuestro hermano, yo puedo hacer los milagros, pero no vengo al mundo a demostrar mis milagros, vengo a demostrar que verdaderamente el Padre Dios existe y existe en todo lo que vosotros veis ... el cielo, la tierra, los árboles, la naturaleza , recordad que estamos vivos y no olvidéis que somos parte de vosotros.
Y cual esperanza, mis pequeños, de que nuevamente me he reencontrado con mi pueblo, pues bien mi espíritu está con vosotros y mi Corazón lo compartiré con todos aquellos que quieran venir a mi encuentro.

Os amo y estoy aquí para fortalecer, nos veremos más seguido y estaré en contacto con vosotros. Fortaleceos en la oración y sed firmes en esto, poco tiempo os queda de felicidad.
Quiero que sigáis adelante, no temáis, porque los sufrimientos también terminarán para aquellos que han vivido en agonía durante tanto tiempo, sean firmes.
La verdad siempre sale a la luz y todo lo que viene del enemigo es tan efímero que se acaba y se termina.
Os amo mis pequeños, id en la Paz del Señor y recordad que yo estoy vivo en medio de vosotros, no os daréis cuenta cuando yo esté, cuando vosotros me llaméis yo estaré ahí presente.
Shalom

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el sábado 1 junio de 2013

Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida aquí a esta casa, la pequeña casa de Nazareth que hay en vuestro Chile.
Os digo mis pequeños, con este Corazón de madre os doy gratamente una bendición por haber venido en este día tan frío a todos vosotros. Me doy cuenta con amor como muchos de vosotros queréis compartir estas instancias maravillosas en que el cielo y la tierra se juntan para llevar a cabo esta bendición tan grande, que el Padre Dios me envía a daros los mensajes.
Hoy he venido especialmente con una misiva muy especial para deciros que este es el tiempo que hay que empezar a trabajar arduamente en las cosas del Señor. Debéis abrir vuestros espíritus y vuestros corazones para que en ellos perdure verdaderamente la palabra de mi Hijo en sus corazones, poder actuar y vivir como Él lo ha hecho durante tantos y tantos años, no sólo aquí en Chile, sino en el mundo entero donde Él quiere aparecerse y donde Él me envía para traerles la buena nueva para vosotros.
Hijitos de mi Corazón, mi Hijo agradece enormemente por todas las gestiones que habéis hecho en esta labor por haber formado la Fundación. Yo bendigo a cada uno de los que participan en esta Fundación de la cual se llevará a cabo esta gran misión.
Y os digo Salvador con tanto esmero por tu paciencia y por todo lo que tú has logrado durante tantos años, siguiendo mi camino y guiando a estos pequeños rebaños, te dejo a cargo de todo lo que tienes que hacer. Cuidarás de los hijos, que llegarán al Santuario y levantarás y formarás legiones de verdaderos sacerdotes y formarán verdaderos Hijos de Dios. No olvidéis que esta obra es de Dios. No olvidéis que mi Hijo ha puesto en ti este grado de confianza.
Llegarán muchos a ayudarte, muchos quedarán y otros también partirán, pero no te desanimes porque esta obra la mantiene Dios.
No serán los hombres, vosotros simplemente a través de vuestras oraciones podréis lograr que la Fundación siga adelante y que los Hijos del Corazón Inmaculado de María logren esa estabilidad tanto espiritual, como emocional para poder atraer más almas al camino de mi Hijo para llenar los rediles del Cielo que están ahí esperando por muchas ovejas.
Hijitos yo no os abandonaré, yo estaré siempre presente en todo momento y recordad que apenas suene la campana he ahí donde yo vendré y me haré presente, recordad que donde yo vaya también irán dentro de mi Corazón, como mamá de vosotros.
Hijitos míos, atended este llamado, os prometo no abandonaros y seguir visitándoos.
Recordad que el amor de Dios es tan grande y su misericordia es abundante, no temáis por las cosas que suceden en el mundo, no temáis por las maldades de los demás, porque todo tiene su fin, así como comienza, todo termina. Recordad que el amor es tan grande y poderoso cuando verdaderamente dejáis entrar al Padre Dios en vuestros corazones, toda batalla se derrumba, las enfermedades desaparecen y si tenéis la certeza de que verdaderamente Dios habita en vuestros corazones he ahí que tendréis las bendiciones a granel.
No olvidéis que sin Dios vosotros no seréis nada, sin mi Hijo Jesús no podréis caminar este camino de arduas espinas y grandes tropiezos que tenéis en el mundo.
Abrid vuestros ojos, abrid vuestros ojos del alma para poder manteneros en este vuestro Santuario, que con tanto amor y esmero habréis levantado.
Os amo mis pequeños y recordad que este Corazón de Madre os pertenece, a todo el mundo, a todos los hijos, incluso a aquellos que no me quieren, incluso a aquellos que me cierran las puertas, pero yo sigo aquí presente.
Os esperaré el primero de julio, primer sábado, con mi Hijo vendré para dar mi último adiós y darle las bendiciones a cada uno en sus respectivos corazones.
Os amo mis pequeños, seguid adelante y no olvidéis que el Santo Rosario es vuestra salvación, no olvidéis que la Santa Comunión es vuestra santificación.
Os amo mis pequeños, la verdad en la vida, porque Dios vive en vosotros.

Shalom

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el 6 de Julio 2013 en Lonquén

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Hijitos hoy os doy la bienvenida a esta pequeña casa de Nazareth, con alegría de veros a todos aquí reunidos y con tanto esfuerzo por haber llegado a este Santuario.
Hijitos de mi Corazón, vosotros sabéis cuanto os amo a cada uno de vosotros y amo a toda esta humanidad.
Os he convocado aquí, porque este Corazón de Madre tiende siempre a necesitaros y también de vuestro cariño. Y como mamá os digo en este tiempo que el mundo necesita mucho amor y os pido que este amor que me entregáis a mí, lo entreguéis al mundo para transformar muchas almas para esta vida tan difícil que tenéis en estos instantes. Recordad que el amor sólo simplifica a un paso más grande que es el amor de Dios.
Cuando ustedes aman también están ayudando a que Dios aún ame más a la humanidad. El atesora a cada uno de vosotros en este camino que vosotros habéis escogido en esta vida, muchos de vosotros sois religiosos y otros son unos laicos verdaderamente comprometidos.
Pues bien mis pequeños, sabéis que los que estáis aquí presente llevaréis Gracias para vuestros hogares y bendiciones, porque recordad que cada sábado primero de cada mes obtendréis bendiciones y ganaréis indulgencias.
Hijitos míos, como Mamá hoy me siento feliz, porque he venido acompañada de mi tan amado Hijo Jesús. El como Hijo quiso estar presente en esta fecha tan especial para poder ayudar a cada uno de vosotros y que en estos instantes ustedes puedan entregar todo lo que quieran entregarle al Señor, sus dolores, sus sufrimientos, sus alegrías y también darle gracias por todo lo que El les ha dado a vosotros en este camino. Muchas veces vosotros pedís las cosas y quedáis en el pedido, pero muchas veces tampoco ofrecéis lo que debéis de ofrecerle al Señor.
Hijitos de mi Corazón, hoy os digo como Mamá que el cielo derramará bendiciones y todos aquellos que vienen con esperanza de algún milagro o bendición, os dejaré que mi Hijo obre en ellos.
Hijitos tened vuestra mente abierta y vuestro corazón para que cuando escuchéis a mi Hijo lo honréis verdaderamente como debe ser como el Rey de Reyes, quien ha tenido la gentileza de veniros a visitar.
Hijitos en este largo caminar con vosotros en estos 29 años nunca he dejado de asistiros en todo momento siempre he estado comprometida con vuestras emociones y vuestras vidas, pero quiero deciros que también he sufrido muchos dolores, muchas injusticias que he visto en este caminar, pero cuando uno sigue al Señor nada se puede comparar con la alegría que El puede dar en el momento de la partida.

El Reino está cerca y cuando vosotros partáis al encuentro con el Señor ahí tendréis todas las ganancias y todas las cosas que el cielo ha prometido.
La felicidad completa se vivirá en el Reino de los Cielos, aquí en la tierra muchos purgarán y muchos vivirán en dificultades, tendrán remansos de paz, pero siempre vivirán agobiados y en sufrimiento, pero los que tengan certeza, con Dios podrán salir adelante.

Hijitos míos que habéis viajado de tan lejos os digo: os quiero aquí a ambos en el Santuario para que ayudéis a Salvador a salir adelante con la Fundación.
No vinieron por venir, sino que fue mi Corazón de Madre que os trajo a esta tierra para solucionar problemas, pero también para llenaros de alegría.
Ya es tiempo que regreses a tu tierra y tendrás toda la ayuda de tu Congregación, como también recibirás la ayuda de la gente de Chile y encarecidamente os pido que hagáis caso de mi Corazón de Mamá, porque yo os fortaleceré a cada uno de los dos aquí presentes para que sean los pro fundadores de esta nueva Fundación.
Mi pequeño que sabéis que mi Corazón está con vos, os digo, regresarás hecho un sacerdote para poder ayudar a Salvador, esta es tu casa y será vuestro hogar. Os digo mis pequeños, que así como estáis aquí muchos estarán por muchos y muchos años, confío en vosotros porque el corazón humilde que tenéis y ese amor que entregáis verdaderamente a mi Hijo en esas Consagraciones son maravillosas, Y yo seré tu Madre aquí mi pequeño te cuidaré y te acogeré en esta labor y os digo así será, porque lo que dice Dios todo se cumple.

¡Alabado dice el Señor!

¡Alabado seas Señor!

Hijos y hermanos míos, gracias por vuestra convocatoria, muchos no esperaban verme y muchos llegan casi al final, pero quiero deciros que yo nunca partiré.
Siempre estoy con vosotros y siempre he estado con vosotros, del momento que elegí este camino para el servicio de mi Padre he mantenido mi palabra en ayudar a toda la humanidad. He entregado mi Corazón para todos vosotros y el mundo entero con una sola convicción, que creo en la humanidad que nuevamente volverán los ojos a Dios y a mi Padre.
Creo con certeza que las almas que hay en el mundo, sé que hay muchos que creen en Dios, pero no tienen verdaderamente la certeza que Dios todavía vive en medio de ellos.

Yo sé que es difícil encontrarme, pero siempre estoy ahí, ya sea en el Santísimo o en vuestro corazón. Yo soy vuestro Padre, yo soy vuestro hermano y he venido aquí para traer todas las bendiciones para que vosotros las tengáis en el camino.
Recordad que la comunidad comienza en la casa, una verdadera Iglesia comienza por tu hogar y por tus hijos, así podréis tener buena semilla.
Grandes sacerdotes darán muchos frutos acá, pero bien sabéis que si no hay iglesia doméstica no hay Iglesia.
Hijitos míos, agradezco enormemente todo el tiempo que habéis estado con mi Madre y agradezco nuevamente por todo ese amor entregado durante tantos años. Hoy os digo que este Santuario será para la Fundación, os digo que este Corazón que tengo de Jesús Sacramentado será el que permanecerá en este Santuario.
Yo os bendigo a cada uno, en especial a Salvador, para que sea firme y te daré el tiempo para que puedas llevar a cabo lo que se ha comprometido el cielo con la tierra. Vuestros laicos cooperarán para esta ayuda tan grande, en oración y hacer que tu vida sea contemplativa y misionera. Haced que los misioneros sigan caminando por el camino para atraed más almas a este redil.
Soy el Buen Pastor y así he sido en este tiempo junto a mis rebaños los negros con los blancos, porque para mí no hay diferencias, todos los quiero en un solo redil para que así mi Padre se sienta alabado y complacido en tanta labor misionera.
Hijitos de mi Corazón os digo, habrá más bebés, vendrán bendiciones grandes en los matrimonios, habrá sanaciones y lo más importante que tenéis que tener es sanación espiritual para que haya verdaderos milagros.
Recordad que soy vuestro Padre y vuestro hermano y os bendigo en esta tarde en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Recordad que Yo siempre estaré presente, llamadme y Yo estaré ahí, venid a visitadme donde me encuentro siempre, porque escucharé tus alegrías, tus tristezas y tus preocupaciones, porque para eso soy tu hermano y tu amigo.
Os encomiendo especialmente la obra y a mi Madre en especial que siempre está cauta y esperanzada en toda la labor que hacéis, os bendigo en esta tarde.
Shalom

Hijitos míos, hoy me despido con esta alegría viendo con tanto amor que habéis venido, tanta fineza de vuestra parte haber compartido esta gran alegría que Jesús haya venido y a ustedes os veré muy pronto, sean obedientes y consecuentes con vuestros actos, porque todo lo que hacéis sin amor para Dios todo debe ser demostrado igual en vuestra persona.
Os amo mis pequeños id en la paz del Señor y recordad que yo soy vuestra Madre y la Madre de vuestra Iglesia.

Shalom

Mensaje entregado por la Santísima Madre, el 3 de Agosto de 2013 en Santuario de Lonquén

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Hijitos de mi Corazón, hoy os doy la bienvenida en esta tarde muy helada y con mucho frío, pero el Corazón de esta Madre os dará un aliento de amor y esperanza para encandecer esos corazones que hoy han venido aquí a juntarse en esta pequeña reunión.

Hijitos míos, como vosotros sabéis que en este tiempo las dificultades se están dando día a día y los desórdenes tanto ambientales como sociales se darán como tantas veces os dije. Pero no os preocupéis, porque todo tiene su giro y cuando todos están convocados por el amor de Dios he ahí que el amor de Dios es el que triunfa ¿hay esperanza? Sí la hay, cuando verdaderamente vuestros corazones están enamorados de mi Hijo Jesús. Recordad mis pequeños que vuestra mirada debe ir siempre hacia el corazón de mi Hijo y Él derramará sobre vosotros todo su amor y les dará todas las bendiciones, Él nunca os desampara, sino que muchas veces vosotros sois los que os alejáis de Él.
Pero, Él siempre está ahí esperando y atento a vuestras solicitudes. Él se complace ver que vuestras almas por última vez se acercan por problemas o dificultades. Pero Él atiende igual vuestras necesidades, sed firmes mis pequeños y sed valientes para defender vuestra fe, no tengáis miedo de hablar de que la Madre del Cielo viene a este mundo a reconquistar más almas para el redil de mi Hijo. Atended mi llamado, recordad que yo siempre estoy aquí, pero si alguna vez no vengo no tengáis miedo de venir y atender ,porque el Espíritu de Dios se siente en todo lugar donde Él siempre se ha hecho presente y cuando hay más de dos he ahí donde el Señor aún estará presente.
Recordad que en este tiempo la palabra de Dios es la que debe estar en vuestras bocas, en vuestros corazones y en el alma, porque así en los momentos de dificultades ustedes podrán salir adelante.

Zacarías hijo, os digo recordad vuestra enfermedad es un aguijón que ha dejado el Señor, pero recuerda que también podréis ayudarte, debéis de atender esa molestia, porque así podrás seguir tu labor, aún te queda más tiempo para estar en este lugar y en todo lugar donde tu vayas llevando la palabra de Dios. Pequeño hacedte ver y todo saldrá adelante, serás firme y recordad que en este espacio es el Reino de Dios y ahí te queremos, en el espacio de Dios.

Salvador recuerda la obra es de mi Hijo y tú la debes de manejar, de llevar a cabo, recuerda que cuando solamente está el amor de Dios y la intención espiritual es la que debes de seguir, todo lo que no sea de Dios abandonadlo y acércate a este camino que te quiere el Señor, en santidad y en humildad, no dejéis que las cosas terrenales te atosiguen, tu puesto es estar en el lado del Señor no en el mundo.

Emerson hijito, yo os digo que debéis ya de retornar, porque te quiero pronto como sacerdote, debéis de volver ya a tu lugar para que pronto estéis de vuelta para que la Fundación y el monasterio siga adelante con vuestra ayuda y con vuestro amor, entiendo que estás enamorado del Señor y de mi Corazón, yo Soy tu Madre eterna y te acompañaré donde tú vayas mi pequeño, mi pequeño gladiador.

Y a todos los presentes os digo que no tengáis miedo, seguid adelante yo sé que muchos no entienden que la Madre del Cielo venga hasta este lugar, pero no sólo aquí, sino que en todas partes del mundo donde me aparezco siempre hay almas que esperan ver muchas cosas más, pero así como queréis ver, así Dios os pedirá también mucho más, confórmense de sentir y de amar a Dios por sobre todas las cosas, porque así será menos lo que Dios os pueda pedir.

Hijitos mirad vuestras almas, llenad las vasijas que están ahí vaciándose de poco a poco, recuerden que lo único que puede llenar vuestra vasija es la Santa Eucaristía, asistid a Misa, acercaos al Santo Rosario, acercaos a la Santa Comunión, porque esas son sus armas poderosas para poder seguir adelante en este camino de bendición.
Mi Corazón de mamá os dice si yo no llego a estar aquí estaré siempre presente en vuestros corazones, pero no tengan miedo de seguir adelante, porque siempre permaneceré en ustedes.
Os amo mis pequeños, id en la Paz del Señor y recordad que yo estoy aquí para lo que vosotros necesitéis, soy Madre de Jesús y Madre del mundo y Madre de esta Iglesia que debe ser grande y triunfar en esta vida, Madre de la Iglesia doméstica y Madre de todos vosotros, los hijos de este mundo.

Shalom

Mensaje entregado por la Santísima Madre, el 7 Septiembre de 2013 en el Santuario de Lonquén

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Hijitos míos, hoy os doy la bienvenida a esta mi pequeña casa de Nazareth.
Mis pequeños en esta tarde el Corazón de una madre está sangrando por la humanidad, por estos momentos tan difíciles a las puertas de una guerra.
Hijos míos, vosotros sabéis que este mundo ha ido cambiando por la falta de perdón que hay en los corazones, si verdaderamente tuvieran el contacto con Dios sabrían perdonar, sabrían perdonar a vuestros hermanos, a vuestros padres, a vuestros hijos y a vuestros vecinos y amistades. Mi Corazón de mamá sufre al ver tanta pena en esos corazones de aquellos que están tan cerca de llegar a una guerra, pero creo y espero en Dios que se detengan esas mentes criminales y esas mentes de guerra y de invasión, nadie puede poner el pie a otros, sólo Dios es el que puedes manejar al mundo.
Recordad, que los mensajes que os di en el año 2005. Yo os dije que la gran guerra comenzaría desde el Oriente y os dije cuidad a los niños, cuidad a vuestros pequeños, porque ellos serían perseguidos por el adversario y ahí tenéis ¿Cuántas creaturas muertas ha habido en este tiempo?
Pero os digo nuevamente con esperanza de ver cambios verdaderos, quiero que trabajéis el perdón en vuestras vidas, que llevéis a cabo en vuestro corazón el perdón ya sea con una palabra de amor y verdaderamente que sea sincero ese perdón para que pueda tocar el corazón de vuestros familiares, amigos y también enemigos. Si todos hablaran el mismo lenguaje que habla el Padre Dios que nos enseña y educa a cada uno de nosotros la paz estaría reinando en este mundo y ya Jesús estaría en medio de vosotros. Pero, cada vez que Él está a punto de venir la humanidad nuevamente revienta en guerra, en discordia y en tantos problemas que acaba con la unión que necesita el espíritu.
Hijitos míos, el cielo ha prometido y siempre ha cumplido, pues bien hoy nuevamente os pido cumplir con lo que os pide el Padre, haced actos de constricción, haced penitencia, acercaos a la Santa Comunión, acercaos a vuestro enemigo con amor y caridad, encuentren el perdón con Dios, cuando encuentren ese verdadero perdón he ahí donde estará mi Hijo Jesús en medio de vosotros.
Mi Corazón está entristecido por tanto dolor y amargura que produce la guerra, porque inocentes morirán, muchos inocentes, pero vuestras oraciones no deben ser para ustedes ahora, es por aquellos que estarán a punto y al borde de esa gran guerra, orad por ellos la caridad debe ser aún más firme para aquellos pueblos que están a punto de destruir gran parte de la humanidad.

Hijitos míos como mamá os digo que mucho de vosotros tendréis dificultades, tendréis pena, pero al final siempre os he prometido que tendrán una riqueza más grande, que mi Hijo Jesús será Él el que demostrará que vive siempre en vuestros corazones, el Espíritu Santo soplará nuevamente en vuestros hogares para levantar los sufrimientos y portar cosas, os dará la fuerza y la fortaleza para seguir adelante. Aquellos que están con la esperanza de una nueva vida os digo, la tendréis, pero no desfallezcáis en vuestra fe, es importante que la tengáis firme para que los milagros puedan obrarse verdaderamente si no hay fe, no hay milagros.

Hijitos míos ya es tiempo que vosotros debéis de retornar, necesito que estéis de vuelta ya con vuestro hábito de sacerdote, os digo este es el tiempo que tenéis que estar en obediencia plena, el que obedece a Dios y lo sigue, Dios por siempre os protegerá en todo momento. Ayúdense, ámense y quiéranse, os pido recordad que el Santuario es aquí y aquí se vivirán las experiencias porque si no, no habrán experiencias.

Hijitos míos de mi Corazón, os amo con todo el Corazón de una Madre, pero ayudadme a sostener este cáliz que está a punto de derramarse en el Oriente, oren por mí también para tener más fuerza para seguir luchando en toda la humanidad, no sólo aquí me aparezco, sino que también en el Oriente, en el Occidente, en el Este y el Oeste, en el Sur y en el Norte, porque soy la Estrella más grande que el Padre Dios ha puesto en el universo para ser la portadora de amor y de paz para todos vosotros.

Os amo, id en la paz del Señor y recordad que yo estoy en medio de vosotros y acudid cuando me necesitéis.
Levantad vuestros rosarios.
Yo bendigo vuestros instrumentos de paz y de amor y de gran combate, porque el Santo Rosario será el que destruirá el mal, recordad cada cuentilla es una rosa de mi jardín que tuve en Nazareth y por ende Jesús la cuidaba y vosotros debéis de cuidar vuestras oraciones y llevarlas al Padre.
Os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Shalom mis pequeños
La Paz del Señor

Mensaje de la Santísima Madre, entregado el 5 de Octubre de 2013 en Guayaquil-Ecuador

Hijitos de mi Corazón, hoy os doy la bienvenida a cada uno de vosotros.
Os pido de corazón que en este momento me ayudéis mucho a orar y pedir en silencio por los grandes errores de la humanidad. He venido hasta acá para traer el nuevo mensaje, pero os dije que nunca os abandonaré en estos momentos de dificultad. Recordad que la humanidad está hecha de amor, de esperanza y mucho depende de cada uno de nosotros que caminéis y terminéis en esperanza y amor, mi Hijo Jesús desde el cielo dice amaos el uno al otro y respetaos como os he amado yo en estos instantes en este mundo con dificultad.

Hijitos míos de mi Corazón, fortaleza os pido en este último tiempo dar chance a la posibilidad de la felicidad eterna para el Padre.
Yo os prometo al que sigue la palabra de Dios, os prometo paz, amor y un lugar en el centro del Corazón de mi Hijo. Como mamá os digo no temáis a las cosas que suceden en la vida, no temáis a todas las dificultades que están sucediendo en el mundo, amansen y abran vuestros corazones y vuestros sentidos para la palabra de Dios.
Recordad que el temor viene del otro. El temor viene desde lo más profundo de las entrañas de la humanidad, pero cuando uno lo destierra con el amor de Dios, destierra todo la maldad.
Haced que los hijos pequeños resalten en el amor de Dios y que caminen hacia el camino que el Señor ha prometido, que las juventudes vuelvan hacia el Corazón de Jesús y sobretodo pedir santas vocaciones y santos hijos.
Yo bendigo todos los vientres y los vientres que están por dar a luz tanto en Chile y en el mundo entero, muchos saldrán adelante, muchos serán ángeles de luz que vivirán en la tierra para la nueva humanidad.
Hijitos de mi Corazón, os doy gracias por tanta acogida y esta acogida que tenéis de venir de tantos lugares para alcanzar la gracia divina.
Hoy el mensaje es amor para la vida, amor para vivir en paz en el matrimonio, sean fieles y leales a la palabra de Dios, cuando el cielo quiere os llama y os atrae hacia su infinito Corazón.
A mis hijos sacerdotes y religiosas os pido sed valientes, ser verdaderos gladiadores para esta humanidad y no os preocupéis por las faltas de los otros, porque Dios es el que juzga, Dios es aquel que le pondrá orden a toda la humanidad religiosa. Ayudad al Santo Padre a construir una nueva Iglesia en oración y paz.
Os amo desde aquí, os amo mis pequeños recordad que yo estoy en medio de vosotros por siempre.
Id en la Paz del Señor y recordad que soy vuestra Madre y todos los vientres los bendigo en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Buenos frutos tendréis y así Dios podrá formar su nueva milicia.
Shalom mis pequeños.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén

Mensaje de la Santísima Virgen en el Santuario de Lonquén el 29 de Diciembre de 2013

Hijos de mi corazón, os doy la bienvenida en este día tan particular, en especial por ser día de la familia. Han venido hoy a este pequeño Santuario al cual os quiero cobijar junto con mi Hijo Jesús que está hoy en medio de vosotros y que Él quiere estar en vuestros corazones.
Os pedí que trajeran vuestros Niños de los pesebres. Os digo, vuestros pesebres deben ser el corazón de vuestra casa, porque Dios debe habitar ahí. Para que viva el amor y el Espíritu de Dios, deben estar limpios vuestros corazones. Si no hay Jesús, no hay amor y no hay vida. Él nació en un humilde pesebre y si fue humilde su pesebre, Él quiere que vuestros corazones sean humildes, para Él poder habitar y morar en vuestros corazones.
Hijitos, os he dicho, que en cualquier parte del mundo, yo me puedo aparecer, especialmente en aquellas almas que viven austeramente, en silencio y en especial que sean humildes de corazón. Recordad que en la humildad es donde realmente el Padre Dios goza, vive y resalta su Espíritu. Sean humildes, para que Él pueda nacer en sus corazones.
Gracias por concurrir a esta visita. Levanten vuestros niños Jesús, para bendecirlos y los ángeles y arcángeles cuidarán y velarán por todos los niños de los pesebres del mundo, así quedarán bendecidos para vuestros hogares y que la luz del Niño Jesús reine en los corazones de cada uno de vosotros y que puede llenar de luz aquellas familias que viven en la oscuridad.
Sean fieles a vuestros principios cristianos, no dejéis de valorar las enseñanzas que Dios os entregó para el mundo. Yo como mamá, os bendigo, en especial a todas las familias, a los niños, a los enfermos físicos y espirituales y que en esta tarde vayáis en la Paz del Señor.
Shalom