Mensaje de la Santísima Madre entregado el 2 de febrero 2019 en Lonquén

Hijitos de mi Corazón, hoy os doy la bienvenida aquí a vuestra casa que es vuestro Santuario, lo cual es tan grato para mí venir a visitaros una vez al mes, realmente, hoy esperaba este momento, en víspera de un aniversario más de mi hija predilecta, pues bien, el Padre me ha dado permiso y en este día tan especial de la Luz, de la luminosidad que habrá en el mundo entero por ser el día de la Candelaria, pues, hijitos de mi corazón os pido, que levantéis vuestras velas si las habéis traído, para la bendición. Os dije que cada luz del cirio que se encienda en cada año, será bendecido para los días de tinieblas, espero que vosotros estéis preparados para estos momentos. Mirad alrededor de ustedes, los acontecimientos se están dando día a día, os dije, comenzarán los temblores y las grandes lluvias desde el norte, después vendrán en el centro y luego en el sur, recuerden, todo se cumple, no hay plazo que el Padre Dios pueda detener, pues bien, todo está escrito, sólo la oración, y con vuestra oración y penitencia que espero que vosotros estéis haciendo, me podréis ayudar a sostener la mano del Padre para que así no sea tan duro el dolor y el sufrimiento en el mundo entero. Los grandes acontecimientos ya se avecinan, os dije una vez. ¡América!... ¡América!  qué pena me dais, pues bien, ya está golpeando, y así comenzará, después seguirá México y después Colombia. Hoy es Venezuela que está en revolución y vosotros como país estaréis en un gran conflicto entre la guerra del bien y del mal. Decís que sois católicos,  pero veo que vuestros corazones están más pendientes de socializar con la humanidad, que verdaderamente entregados a la Palabra de Dios. El socialismo no es humanitario. Es ingrato y egoísta. Todos los países que se han vuelto al socialismo se han apartado verdaderamente del Corazón de Dios, miren como está el mundo, se está cumpliendo lo que dijo el Señor Dios en su tiempo, vendrán dragones que se sentarán desde el norte al sur de Sudamérica y en muchas partes se terminará el socialismo, comenzará en las pequeñas naciones como en vuestros pueblos aquí en Sudamérica.

Hijitos, os pido que esta luz que vais a encender, sea para que se os enciendan vuestros corazones y permanezca la Fe firme en todo este tiempo, ya basta de tener dudas, es el momento de estar firmes en este camino, recordad que el Padre Dios me permite venir al mundo no sólo aquí sino también en diferentes partes en el mundo; hay de aquellos que no quieran creer que YO me aparezco, hay de aquellos que a pesar de que han sido invitados, no quieren venir, os digo, se arrepentirán verdaderamente de corazón porque Dios siempre da prueba y muestra de todo, no importa, pero por uno que haya en la familia puede lograrse la conversión tarde o temprano de vuestra familia, sigan orando, no temáis a las burlas, no temáis a aquellos que realmente no quieren creer en las cosas de Dios, si vuestra Fe es firme nada os hará temblar y así os sostendrá durante todo este camino que os espera de grandes acontecimientos. También vendrán cosas muy buenas pero depende mucho también de lo dispuestos que estéis ustedes con sus corazones al servicio de Dios, a renunciarse a este mundo para que Dios actúe en vosotros. La renuncia es creer firmemente en Dios, amar a Dios y vivir para Dios, eso es renunciarse, lo demás viene por añadidura, ustedes saben bien, el que se entrega verdaderamente a Dios, Dios nunca lo abandona, siempre estará ahí para tenderles la mano.

En este día tan especial, el día de la Luz, quiero que enciendan los cirios que habéis traído. Hijitos, esta es la Luz que debéis de encender, que mantendréis encendida en vuestros corazones para que sea un símbolo de amor y de esperanza y  verán que esta luz se conservará durante tanto tiempo en vuestros corazones.

Yo firmemente creo en la voluntad de Dios y en el amor de Dios,

haz que muera mi miseria humana y que sólo la Luz de Cristo

me guie en este sendero de oscuridad, de dolor y de sufrimiento.

Sólo la Luz de Cristo permanecerá en mi alma y en todo mi ser.

Soy luz, soy vida, soy de Cristo y de María ahora y por siempre.

Repetidlo siempre… cuando estéis en momentos de dolor y de sufrimiento.

Hijitos míos, haced caso os pido, ya no vendré nuevamente hasta el primer sábado del próximo mes, como siempre a la misma hora, pero recuerden, que sin Dios no hay Vida, sin penitencia no habrá Salvación. Recordad y haced las penitencias y actuad con amor y haced actos de caridad, os ayudará a alcanzar parte del Cielo.

Hijitos, el Cielo es grande y hay muchas moradas y espero a todos tenerlos aquí arriba. Hijitos, os bendigo en esta tarde, os digo, abrazaos el uno al otro, amaos y respetaos porque ese es el verdadero amor de hermanos, compartir todo lo que tenéis en amor, en abundancia y en caridad.

Os amo mis pequeños, os espero el próximo primer sábado de mes.

Shalom

Miriam

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